lunes, 14 de julio de 2008

Las comidas instantáneas ¿hasta qué punto son nutritivas?



A todos nos gusta la comida casera, pero el frenético día a día hace que acudamos a las comidas instantáneas. Alimentos envasados y listos para servir. Este tipo de comidas se presentan de diferentes forma y no hay que confundirlos con los suplementos nutricionales. El portal alimentacion-sana.com divide en tres clases este tipo de productos: los dirigidos a bebés, los de adultos que son precocidos y a los que sólo hay que añadir agua y, el tercero, los alimentos liofilizados o deshidratados dirigidos a personas
que tienen un ritmo de vida particular.


Las comidas instantáneas se deben consumir con poca frecuencia, sobre todo teniendo al alcance de la mano productos frescos que se pueden preparar con gran facilidad. Hay que tener mucho cuidado con las margarinas que contienen las comidas instantáneas y otras series de grasas trans. Además hay fijarse si entre sus componentes se encuentra el glutamato monosódico, porque tener efectos adversos en determinadas personas.


Se puede pensar que como estos productos están en el mercado son aptos para el consumo, pero las personas que son hipertensas y diabéticas deben tener especial atención y sobre todo deberían verificar lo que indican las etiquetas de estos alimentos.


La utilización de estos productos se da principalmente en el mundo urbano y no en el rural, entre otras cosas, por incorporación de la mujer al trabajo y la continua transformación de la industria alimentaria para atender la demanda de los consumidores.


La tecnología (refrigerador, microondas) ha llegado a casi todos los sectores.


Los menús express son elaborados por la industria mediante un proceso específico, añadiendo conservadores y envasados en diversos materiales, lo que les permite mantenerse por mucho más tiempo que los alimentos hechos en casa. Los procesos de industrialización de estos productos y la técnica que se va a utilizar para conservarlos depende de diversos factores como el tipo de alimento, el tiempo de conservación, su costo y a quién van destinados (niños o adultos).

Algunos de los procesos y métodos de conservación son el salazón, la sal es un conservador que provoca que los alimentos pierdan agua, es decir, evita la humedad y por tanto su descomposición; la liofilización, otro proceso de deshidratación. La diferencia radica en que el producto antes de ser deshidratado se congela para posteriormente desecarlo mediante el vacío; el enlatado, los alimentos se preparan, se enlatan y esterilizan (se somete el recipiente cerrado a altas temperaturas para asegurar la destrucción de los gérmenes patógenos); la congelación, los alimentos se congelan a bajas temperaturas para reducir la posibilidad de desarrollo microbiano; envasado al vacío, se elimina todo el oxígeno presente, ya que éste es un oxidante que provoca la descomposición del alimento; atmósferas controladas, se elimina el oxígeno del envase y se sustituye por una serie de gases que protegen el alimento.


De cualquier forma, la incertidumbre acerca de la conveniencia o no de comer productos con aditivos químicos (sustancias añadidas a un alimento con un propósito específico: antioxidantes, saboreadores o colorantes) está presente. Los conservadores que se utilizan actualmente en los alimentos han sido estudiados y aprobados por organismos internacionales y nacionales. Sin embargo, es cierto que algunos alimentos instantáneos tienen alto contenido de sodio (sal), energía o grasas saturadas, que al consumirse en exceso (más de dos veces por semana) pueden dañar la salud, así que lo mejor es consumirlos con moderación.


En Estados Unidos, se calcula que unas 150.000 personas mueren al año a causa de las grasas trans que contienen mayormente algunas de estas comidas instantáneas. No se trata de satanizar estos productos pero es mejor espaciar su consumo. La población debe conocer que si en la etiqueta del producto señala que uno de sus componentes es grasa hidrogenada o parcialmente hidrogena se trata de grasa trans por lo que será mejor evitarlos.


Es preferible consumir productos naturales porque los alimentos instantáneos contienen saborizantes, conservantes y hasta colorantes y en el caso de los niños muy pequeños sería preferible no darles este tipo de alimentos sino papillas naturales. Es mejor hacer comidas sencillas y saludables y en esto se incluye a todos los miembros de la familia. Una mejor opción es hacer sus propios alimentos y congelarlos y aunque se pierdan algunos nutrientes a la hora de calentarlos de todas maneras será mejor que una comida que viene envasada.

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